Prácticamente nunca desde la creación de la Organización Mundial de la Salud en 1948 había tenido tanta relevancia su director. Con el comienzo de este 2020, todos los focos apuntaron hacia Tedros Adhanom, el actual director de la OMS con un pasado controvertido: héroe nacional de Etiopía para unos y villano peligroso para otros.
Es tiempo de conspiraciones y mientras que Estados Unidos retira los fondos de la OMS, Bill Gates, principal financiador de la organización, inyecta aún más capital para que se encuentre una vacuna o un tratamiento eficaz para la COVID-19. Todo este clima pandémico ha generado controversia entre los internautas segregados en pequeños nichos; algunos creen que el coronavirus no existe y que las vacunas no son más que un elemento de control de la población mientras que otros advierten del peligro del primer discurso. Nadie con cargo relevante se ha librado de las críticas y las investigaciones a causa de la gestión de una pandemia con muy pocos antecedentes históricos. Tedros Adhanom es una de esas personas que salía a diario abriendo telediarios y avisando de lo que estaba por venir pero, ¿quién es realmente el director de la OMS?
Licenciado en Biología, Tedros Adhanom ejerció una carrera política en Etiopía desde 2005 hasta 2016, pasando primero por el puesto de ministro de Sanidad y posteriormente ejerció el cargo de ministro de Exteriores. Mientras que algunos muestran a Tedros Adhanom como un luchador contra la pobreza y creador de infraestructuras en Etiopía, otros tildan al actual director de la OMS como culpable del encubrimiento de varios brotes de cólera en 2006, 2009 y 2011. La realidad es que Tedros Adhanom perteneció al gobierno de Hailemariam Desalegn, señalado por varias organizaciones internacionales como Human Rights Watch por no respetar las libertades fundamentales de los ciudadanos.
El Frente de Liberación Popular de Tigray era el movimiento al que pertenecía Tedros Adhanom antes de posicionarse como candidato a dirigir la OMS en 2017. Las protestas en Etiopía por la postulación de Adhanom se sucedieron y tuvieron su eco en las redes bajo el hashtag #NoTedros4WHO. El Washington Post ya denunció en este artículo la existencia de una enfermedad que el régimen etíope calificó como «diarrea acuosa» pudiéndose tratar de brotes de cólera ocultados por el Gobierno etíope. Estas presuntas ocultaciones sistemáticas de fallecidos y contagiados suscitaron protestas en Etiopía que se saldaron con más de 10.000 detenidos.
Sin embargo, las críticas a Adhanom no viene sólo de su pasado político. Los críticos con el director etíope apuntan a la existencia de evidencias que demostrarían negligencias y consentimiento de la OMS con el régimen chino. De este modo, mientras que la OMS elevaba a «muy alta» la alerta por el nuevo coronavirus el 28 de febrero de 2020, Adhanom apuntaba que “lo que vemos en este momento son epidemias vinculadas con el nuevo coronavirus en varios países, pero la mayoría de los casos todavía no se pueden rastrear a contactos conocidos o grupos de casos”. Además, en declaraciones de aquellos días se pudo oír a Adhanom decir que no había evidencias de que el virus se estuviera propagando libremente entre comunidades a pesar de existir ya brotes en el norte de Italia y en toda China.
El sector más crítico, en el que se encuentra el presiente estadounidense Donald Trump, apuntan a la OMS como un organismo blanqueador de las negligencias Chinas para con el mundo al ocultar la gravedad de la pandemia que estaba por venir. Ya son varios los indicios que nos muestran que la cifra de fallecidos y contagiados real en China no encaja con la cifra que el Gobierno chino ofrece a la OMS, de ahí que se le haya acusado de opaco. Mientras tanto, Adhanom veía con buenos ojos la baja cifra de contagiados y fallecidos en China el mismo día que se elevaba la alarma mundial por la expansión de la COVID-19.
Según apuntan los últimos reportes, el nuevo coronavirus podría haber estado ya presente en China mucho antes de que el país asiático se lo comunicara a la OMS el 31 de diciembre de 2019. Los atletas que participaron en los Juegos Militares en Wuhan, celebrados del 17 al 28 de octubre, ya sospechaban de un posible contagio de un virus desconocido con síntomas que ahora se relacionan con los de la COVID-19 (fiebre o dificultades respiratorias). De hecho, cuatro participantes españoles mostraron síntomas al llegar a España y seis de los 138 integrantes de la expedición han resultado tener anticuerpos contra la COVID-19 por haber pasado ya el virus. Estas últimas noticias se suman a las denuncias de participantes franceses que ya alzaron la voz en mayo por la posible presencia del coronavirus en octubre.
Todas estas circunstancias dejan a Tedros Adhanom contra la pared. Sus defensores relacionan los ataques con acusaciones racistas y sin fundamento por ser Adhanom el primer presidente africano de la OMS y un gran luchador en el exterior por visibilizar el paludismo y el SIDA. Sin embargo, las pruebas que evidencian que china ocultó al mundo datos son cada vez más creíbles y los adeptos a las posiciones críticas contra la OMS por consentir al Gobierno de Xi Jinping mentir al mundo son cada vez más.
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