El Premio Planeta mejor dotado de su historia quedó en una vaga anécdota. El millón de euros que otorga la editorial, más que la distinción por ganar el Nobel, se ha convertido en un asunto de polémica actualidad para editoriales, escritores y lectores. Mientras que las pequeñas editoriales afirman no poder competir contra tal cantidad de dinero, los autores ven en el premio la posibilidad de lanzar su carrera literaria.
El asunto del que todos hablan es que el ganador, ganadora en un principio, del Premio Planeta 2021 fue Carmen Mola. Un seudónimo bajo el que se ha publicado una exitosa trilogía: La novia gitana, La red púrpura y La gitana. La «autora nacida en Madrid», como se lee en su reseña biográfica, resulta que no es una mujer. Ni siquiera un hombre. Carmen Mola está compuesta por tres autores varones. Así se desveló en el momento de otorgar el galardón literario.
La polémica no hizo más que comenzar y en redes sociales no faltaron los indignados y los graciosos. A los días, una librería madrileña especializada en escritoras decidió retirar de su catálogo los libros de Carmen Mola: ya no están escritos por una mujer. De ahí que una parte importante de los lectores se indignara preguntándose si realmente sus autores habían aprovechado el impulso de otras escritoras para beneficiarse de la corriente que defiende la lectura de novelas escritas por mujeres. Los libros tenían el cóctel perfecto para triunfar: buen thriller escrito por una mujer que se esconde bajo un seudónimo para llevar una vida tranquila.
Pero resulta que no y de ahí el fiasco. La revelación de la identidad, en este caso identidades, de las personas que están detrás del seudónimo rompe con la magia del propio propósito del seudónimo y, además, genera un debate interminable sobre el género y la literatura. Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez son las tres cabezas que componen el nombre de Carmen Mola. Tres guionistas de series de televisión de gran éxito como Hospital central. Los tres ya dieron el paso a la novela con mayor o menor éxito, pero está claro que sus cifras de ventas no se aproximan al fenómeno literario de Carmen Mola.
El éxito editorial de la triada ahora está en el punto de mira. No sólo por las polémicas declaraciones. En entrevistas como en la realizada para El Quinto Libro, Carmen Mola afirmaba que «la igualdad ha llegado antes a los personajes que a las autoras, pero se va avanzando». Sino también por la posibilidad de que la novela se convierta cada vez más en un producto tan impersonal como una serie dirigida al gran público. Un libro, o saga, creado por muchas mentes y manos que componen lo que supone un éxito de ventas, pero no deja de ser un Frankenstein encuadernado.
Escribir una novela a seis manos puede resultar caótico, pero si esas manos se conocen y coordinan, el resultado debe ser bien distinto. Ahora la pregunta es si esta puerta se ha abierto definitivamente. Si los best seller se escribirán por equipos de profesionales y no por un escritor. El producto puede ser de calidad, es cierto, pero la tendencia se puede antojar peligrosa para la literatura tal y como se conoce hoy. Porque con el presente Premio Planeta queda demostrado que el fruto de una mente y el trabajo del autor cada vez está más devaluado. En la era de la información y el entretenimiento impersonal y masivo parece haber cada vez menos hueco para los escritores convencionales.
No obstante, no faltan quienes afirman que el Premio Planeta carece de la seriedad y el rigor propio de un galardón de su categoría. Que la adaptación de La novia gitana a la televisión ya está adquirida por el grupo Atresmedia, perteneciente al Grupo Planeta, y que esto no ha sido más que una pantomima que ha derivado en polémica. Por el momento todavía queda ver cómo enfrentarán los tres escritores las entrevistas a las que deben hacer frente en nombre de su famoso personaje Carmen Mola y cómo repercute el hecho en sus lectores.
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